Tu grado de empoderamiento determina tu capacidad para convertirte en millonario. Lo que muchas personas no se dan cuenta es que la clave para lograr triunfar en la vida radica en la forma en que vemos nuestro mundo. Se miente en las preguntas que nos hacemos a nosotros mismos, los comentarios dentro de nosotros, y en última instancia nuestras actitudes hacia las situaciones que se desarrollan a nuestro alrededor. Eres capaz de convertirte en millonario, independientemente del pasado que hayas soportado o del presente que estés viviendo, si cambias una cosa: tu manera de pensar. Cambia eso, agrégale acción y estarás en el camino de convertirte en Millonario.
La mentalidad millonaria es esta idea, todo lo que se encuentra bajo el sol es alcanzable, solo tienes que saberlo y ejecutarlo sin piedad y de una forma coherente. No basta simplemente pensar como un millonario, debes actuar como si fueras uno de ellos. Hay muchas cosas que las personas ricas y exitosas tienen en común, cosas que van más allá de cero en sus cuentas bancarias, y todo comienza con sus actitudes.
La ex primera dama, Eleanor Roosevelt, lo expresó de una mejor manera: “las grandes mentes discuten las ideas, las mentes comunes discuten los eventos y las mentes pequeñas discuten sobre las personas”. Los millonarios no pierden el aliento discutiendo sobre cosas pequeñas, como quién usaba qué, están demasiado ocupados hablando de ideas e innovaciones. Los millonarios son creativos por naturaleza y dedican tiempo a expandir sus mentes para mantenerse al día con el mundo en evolución que los rodea. Las ideas cambian el mundo tal como lo conocemos. La gente promedio pasa su tiempo pensando en la vida fuera de la caja, los millonarios saben que no hay caja.
Al pavimentar nuevas carreteras y ser pionero en nuevas ideas, es inevitable que tropiece con baches a lo largo de la carretera. Mientras que la clase media prefiere permanecer en su zona de confort, un millonario sabe que para maximizar los resultados, debe tomar enormes riesgos, eso sí, calculados. No puede tener una recompensa que valga la pena sin un riesgo potencial. La clave está en aprender a distinguir qué riesgos valen la pena correr y tener la habilidad de controlarlos y manejarlos en comparación con la recompensa que traerá el haber tomado ese riesgo.
Los millonarios saben que deben tener la actitud correcta para seguir ganando. Saben que el saber expresar sus ideas y pensamientos es la innovación que los separa del promedio. Los ultra ricos saben por experiencia los beneficios que se obtienen al tomar enormes riesgos, aunque calculados. Entonces, ¿qué sigue? Los millonarios conocen y valoran la importancia de la caridad y la retribución. Existe una famosa ley mundial, “lo que da la vuelta, viene”, también conocido como karma. Para que la riqueza siga fluyendo, debe seguir fluyendo. Cuando das, obtienes. Es tan simple como eso. He dedicado gran parte de mi tiempo, incluso antes de mi riqueza, a ayudar a otros de una forma u otra. Ahora que soy más capaz, dedico gran parte de mí tiempo libre a ayudar a los niños de la República Dominicana que viven con VIH y SIDA a comprender su enfermedad y ayudo a difundir la conciencia para que otros aprendan la importancia de la prevención.
La clave final para expresarlo el día de hoy: los millonarios persiguen múltiples fuentes de ingresos. Cuantas más fuentes de ingresos, mayor es la probabilidad de atraer grandes cheques de pago. Vivo por esto. Siempre busqué múltiples fuentes de ingresos y, aunque ha habido momentos en que no he tenido éxito, comprendo que las múltiples fuentes de ingreso eventualmente te llevarán a la riqueza y siempre vale la pena intentarlo. La parte más importante de este concepto es la delegación. Con múltiples formas de generar ingresos vienen múltiples responsabilidades que pueden llegar a ser demasiadas para una persona. Comprender el poder de la delegación es vital y saber que hay personas capaces de realizar tareas tan bien como usted, o mejor, es la clave. Los millonarios saben que no tienen que hacer todo ellos mismos, sólo tienen que saber cómo y a quién pedir ayuda. Al pasar las responsabilidades a los que están por igual o por encima de los calificados, los millonarios pueden enfocarse en el panorama general y continuar cultivando proyectos generadores de ingresos, evitando el potencial de agotamiento.
Convertirse en millonario comienza con su mentalidad. No puedes alcanzar la grandeza sin primero creer que eres grande. Debes pensar en grande, y concentrarte en lo desconocido. No puedes detenerte en lo pequeño. Hablar del éxito de otro no curará el tuyo. Debes recordar que los grandes riesgos brindan grandes recompensas y para mantener el flujo de energía monetaria, siempre debe devolver. Da y recibirás. Recuerda, expande. Cuantas más fuentes de ingresos, más posibilidades de generar mucho dinero. Y para poder beneficiarse de múltiples fuentes de ingresos, debes delegar. No puedes hacerlo todo y esperar que todo se haga bien. Saber cómo delegar responsabilidades para enfocarse en las oportunidades a su alrededor. Convertirse en millonario requiere acción, pero antes de que la acción tenga lugar, debes creer. Debes actuar como si fueras millonario. Cuando saques esa energía, ¡la recuperarás! Y eso, es la mentalidad millonaria.